martes, 9 de marzo de 2010

Una charla sobre cine con Pilar Távora

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La cineasta andaluza Pilar Távora es, lamentablemente, un secreto para el espectador de cine no especializado. Tuvimos la gratísima oportunidad de hablar con ella, con su pasión, sus ganas, y este es el resultado.

Espero que lo discfruten tanto como lo hicimos nosotros.


Sobre el cine de autor y los canales de distribución

Normalmente el llamado cine de autor, que parece algo despretigiado actualmente, es un cine que tiene el sello personal de un director concreto. En el guión en este tipo de cine sí tiene intervención el director, en la propia producción y en el proceso de posproducción. De alguna forma este tipo de director o directora tiene un lenguaje propio y ese lenguaje no se puede limitar a dirigir lo que te encarga un productor. No somos directores de encargo, sino directores que tenemos cosas que decir, que las queremos decir de determinada manera y para eso, normalmente, tenemos que tener nuestra propia productora, que es la que va a hacer nuestros proyectos. Pienso que de alguna manera dentro de todo este mundo cinematográfico actual, se está volviendo a intentar tener un sello propio y a intentar hacer un cine que, siendo de autor, no tiene porqué estar reñido para nada con el cine comercial; que eso es un gran equívoco.

En general el que se ocupa de la distribución es el distribuidor, pero hay una nueva tendencia en la cual el productor está intentando usar y encontrar sus propios canales de distribución. Date cuenta que la distribución, generalmente, está en manos de las multinacionales. Las multinacionales se dedican a la distribución de las grandes producciones, y allí no entran los productores independientes. Entonces tenemos que buscar canales de distribución que no estén sujetos a esos distribuidores y/o exhibidores que trabajan en sumisión total a esas grandes multinacionales. Si no intentamos encontrar nuevas vías, no tenemos pantalla para nuestros productos. El productor que da la vida en una producción, a quien le cuesta muchísimo trabajo poder financiar un proyecto y que encuentra cerrados los canales de distribución tiene que buscar canales alternativos. Se están generando nuevas vías de distribución y exhibición, porque el cine estadounidense lo tiene copado todo. Y es un problema a nivel mundial.

Lo de que no hay público es una de las grandes mentiras que se inventan para desacreditar cierto tipo de producto, y para justificar que sean otros los que tengan pantalla. El público también se hace por la promoción: si una película estadounidense gasta millones de dólares en promocionarse y prácticamente empujar a la gente al cine, claro que funciona. Si no se promocionara, por ejemplo, a Brad Pitt, la gente no iría a ver una película (sólo) porque él estuviese en ella. El Star System americano funciona. Aunque no siempre es así, hay películas que han tenido una gran promoción y después no funcionan como se espera, pero es la tónica general. Para que la gente vaya al cine hay que volcar mucho dinero en la promoción de la película. ¿Qué es lo que pasa? Que en producciones independientes el dinero se vuelca en la producción y no por ignorancia de cómo funciona el mercado sino porque se tiene poco presupuesto. Es un error, sí, pero no se puede conseguir todo el dinero que haría falta para una buena promoción. Yo no creo que a priori haya películas de gran público y películas de pequeño público, hay películas muy bien promocionadas y con mucho dinero para venderlas y hay películas que no lo tienen, pero que si pudieran llegar a la pantalla en las mismas condiciones, el público las vería igual, a mí no me cabe la menor duda porque además hay muchos ejemplos de eso.
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Sobre la importancia de las asociaciones

Ojo que soy de una tierra como la andaluza que es muy individualista en todo, pero se ha demostrado que hasta que los productores, los actores o cualquier gremio no se unen de verdad en asociaciones potentes para defender los intereses de un sector no hay forma de conseguir que los propios organismos oficiales primero, te tomen en serio y segundo, sepan cómo canalizar la ayuda. Nosotros por ejemplo estamos interviniendo: nos piden opinión antes de que salgan las leyes, nos reunimos con los diferentes organismos oficiales, incluso con la televisión autonómica para elaborar en conjunto y hacer convenios. Eso se hace cuando uno tiene la fuerza de todo un sector atrás. Está claro que sin la fuerza de un sector y sin la fuerza de una asociación es muy difícil alcanzar algunas metas en un sector audiovisual que se ha diversificado mucho. Ahora ya son asociaciones grandes las que hay en Andalucía y España, que además se ponen de acuerdo a la hora de pedir o reivindicar algo. Pero no se pueden atomizar, porque eso hace que las autoridades se escuden diciendo: "no tenemos interlocutor porque son muchos, no tenemos con quien reunirnos."

En general, con muchas cosas todavía por solucionar, creo que por lo menos en Andalucía la distribución de las ayudas es justa, y normalmente los productores jóvenes también están apoyados. Siempre hay gente que en una convocatoria queda fuera, pero que entra en la siguiente. Nosotros como andaluces sí tenemos el reclamo ante Madrid de que realmente hemos sidos maltratados e ignorados durante mucho tiempo, lo que no ocurre con otras nacionalidades del Estado español.
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Sobre el teatro y el cine como lenguajes

Son dos mundos separados. Nosotros en Madre amadísima partimos simplemente de un argumento teatral, pero el guión cinematográfico es otro, totalmente distinto. Lo que pasa es que mi vinculación con el teatro es desde pequeña, pertenezco a una familia flamenco-teatral, el lenguaje teatral es para mí mi casa y la adaptación al cine para mí es muy fácil porque conozco los dos lenguajes. No soy una persona de teatro que intenta hacer o adaptar una obra de teatro al cine, soy una persona de cine y de teatro que conoce los dos lenguajes, y por eso te digo que son dos lenguajes que no tienen nada que ver a la hora de plantear una historia y escribir un guión. No tiene similitudes la dirección de actores, porque no tiene nada que ver un actor frente a una cámara con una actor en escena, es decir dirigir a un actor para cine y dirigir un actor para teatro, nada que ver. No las tiene la producción: el montaje de una obra teatral no tiene nada que ver con un rodaje, y no las tiene la posproducción porque no hay posproducción en teatro. No se tocan. Son dos lenguajes distintos.

Ahora, ¿está bien o está mal eso? El arte debe ser libertad. Nada está bien o está mal. En el arte está bien lo que el artista considera que está bien y estará mal lo que considere que está mal para su obra. La opinión sobre eso es opinión del crítico, del que no es creador. Que un creador opine que no hay que mezclar diferentes artes es absolutamente respetable, pero yo personalmente creo que el arte es arte porque es mezcla, porque es vida, porque hay que complementarlo y dinamizarlo. Ni el teatro deja de ser teatro porque haya audiovisual ni el audiovisual pierde su carácter porque sea parte de una obra teatral. Usando bien las cosas, haciéndolo con sentido y con criterio, no hay porqué excluir nada de una obra de arte.
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Sobre su amor a Lorca

Todo contacto que una tenga con la realidad de pequeña forma parte de tu universo. Ya de pequeña mi vida estaba llena del mundo taurino, del mundo teatral, del flamenco ... y de Lorca. Para mí Lorca es como una persona de mi familia, es algo que está incorporado en mi universo, no es algo postizo que yo descubro después, cuando empiezo a hacer cine, es algo que ya conocía en forma muy anterior e interior. Es como si yo lo entendiera y estuviera incorporado a mi lenguaje desde pequeña. Si Lorca ve lo que hacemos no sé lo que pensaría, pero es verdad que es un autor que se ha utilizado tanto, al que se le ha manipulado tanto, se ha abusado tanto de él, que es muy difícil decir que hay quienes lo entendemos y quienes no, pues que no soy nadie para decir que yo lo llevo más dentro que otros.
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Lo que sí puedo decir es que no es algo que yo utilizo por oportunismo: es más, cuando hice Yerma no recibí ni un euro del Centenario por hacer esa película. Simplemente coincidió el momento. Cuando hago algo de Lorca es porque coincide con mi forma de ver o sentir el mundo, y entonces lo incorporo. Y no lo hago más para que no se me vincule tanto, pero en algún momento de mi vida, cuando pase un poco todo esto, creo que Bodas de sangre en particular aun está por hacerse en cine. Que me perdone Saura, que no estoy hablando contra su película, pero para mí la Bodas de sangre que hizo como película es fantástica, pero no tiene el texto lorquiano, sólo el argumento, y Lorca sin su texto no es Lorca, en mi opinión, ni tiene esa sangre que tiene que tener. Hay que hacer un Bodas de sangre, aunque a lo mejor no soy yo quien la hago.

Yerma es una reivindicación de lo andaluz, porque quería que la trilogía dramática de Federico se completara en Andalucía porque las dos obras anteriores las habían hecho directores (todo mi respeto, me encanta su filmografía) pero no eran andaluces y no entienden a Lorca, y lo digo sin problema: no se entiende a Lorca fuera de Andalucía, porque fuera de Andalucía no se entiende Andalucía. Es difícil que fuera de Andalucía se entienda un sentimiento tan andaluz como era el de Lorca. Se interpreta de muchas maneras, se dirige de muchas maneras, hay actores, directores, actrices que creen que son los que saben hacer a Lorca hablando un castellano perfecto, pero no es Lorca. Como para mí como andaluza no lo es, si le falta el lenguaje le falta el alma, yo quiero reivindicar a mis poetas desde lo andaluz, desde mi cultura porque son nuestros poetas, aparte de que sean poetas del mundo que pertenecen a la humanidad y todo aquel que los ame.
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Sobre la ficción en la realidad y la realidad en la ficción

Yo lo que hago cuando hago a Lorca es incorporarlo a mi vida andaluza, a mi gente, a todo esa realidad que yo he vivido. ¿Cuánto hay de ficción en la realidad? Muchísima, porque muchas veces vivimos aparentando cosas que no somos, porque a veces no vivimos de verdad la vida, porque a veces preferimos vivir como quieren los demás que vivamos a vivir como nosotros queremos: eso es ficción. Eso es vivir de una manera de mentira. ¿Cuánto de real hay en la ficción? Yo creo que todo, hasta la ciencia ficción, es parte de la vida real. Nadie puede inventarse lo que no ha vivido, nadie puede hablar de lo que no sabe, con lo cual cualquier historia que se escriba es parte de la experiencia del guionista o de su imaginación, que no deja de ser algo real. Independientermente de que las experiencias personales de un escritor se identifiquen y conecten con las vivencias colectivas. De eso se trata.
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Sobre el placer y el displacer de un proceso audiovisual

Me molesta mucho trabajar con mucha gente, esa poca intimidad de un rodaje, esa locura de un rodaje, que el vestuario, que si cómo me peino, que si cómo no sé qué ... es decir, esa cosa que te saca de tu intimidad es lo que más me molesta del proceso. Me gusta muchísimo escribir y me gusta muchísimo montar. El montaje lo hago sola; me recomiendan siempre que colabore con un montador a mantadora, que tiene otra visión, que aporta ... pero prefiero montar yo. Es el proceso con el que más me identifico, porque estás creando la película, y si tú sabes lo que quieres decir no te hace falta otra mirada, es la tuya; te puedes equivocar pero es tu mirada, tu manera de contarlo.
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Sobre sus proyectos actuales

Estoy preparando el estreno en cines comerciales de Madre amadísima para abril en España. Estoy iniciando un documental que es una coproducción España-Argentina-Bolivia sobre la población indígena andina. Empezaré, cuando llegue, un documental sobre El Churri, que es un artista de flamenco interesantísimo, un ejemplo, con una vida y un talento excepcionales. En junio espero que empecemos a rodar la siguiente película de ficción, Siete testigos. Me voy luego al Festival de Guadalajara, en México, para intentar iniciar algunos contactos para la producción de un documental que queremos hacer en la línea del documental sobre indígenas, que sería sobre chamanes. Y tengo un espectáculo para la Bienal de Flamenco ... todo esto para el 2010 ... estoy un poquito ocupada ...
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Sobre los temas que utiliza

Mi herencia es de cultura popular, de gente del toro, gente de flamenco, gente del teatro ... pero no del teatro culto, burgués, sino de un teatro muy particular, el de mi padre, que ha creado escuela y es su lenguasje. Yo soy universitaria pero me puede mi cultura popular, mis vivencias, mi gente ... el corazón está impregnado de todo eso. Mi padre sigue viviendo en el mismo barrio en el que nació. De alguna manera esa es mi herencia y la pongo al servicio de una cámara, y a través de una productora intento poder elevar todo ese mundo popular y terriblemente rico a un lenguaje cinematográfico, a un documental o una ficción.

Tengo muchas inquietudes y muchas ganas de contar muchas cosas (y muchas cosas que contar). No haría "cualquier cosa", ni por todo el dinero del mundo. Hay cosas que no haría jamás y mensajes que jamás daría, porque no distingo el artista de la persona. Si a la persona le preocupa el mundo, a la cineasta también le debe preocupar y debe hacer algo al respecto en su obra. Escucho alguna cosa de los indígenas, por ejemplo el problema de las tierras, y a mí me interesa, me implico.

Me gusta el documental, es una forma de prestar lo que tengo a quien no tiene voz. Creo que tengo esa responsabilidad como cineasta: estar aquí para hacer algo, no pasar por el mundo sin haber aportado ni un granito de arena a que las cosas se modifiquen, aunque sea en la cabeza de la gente, porque modificar cabezas es modificar también realidades. Por eso cuando algo me interesa, me interesa contarlo y me interesa ver esa problemática y ver lo que se ha contado de verdad, y si no se le da voz, darle yo la que tengo. Por eso me interesa el tema de las mujeres, por eso he hecho muchas cosas sobre los abusos sexuales a las niñas dentro de la familia, temas de los que no se habla, temas silenciados. Y como estoy despierta y estoy viva, me interesa contar cosas para develar secretos. Por ejemplo: hablar de lo andaluz, descubrir nuestra identidad cultural, luchar contra la manuipulación de Andalucía, decir del flamenco cosas que no se han hablado, decir de los mariquitas cosas que no se han dicho, hablar de los indígenas cosas que tampoco se están diciendo. Son cosas que me mueven por dentro, que me parece que merecen la pena mi tiempo y mi vida, y que son temas cinematográficos o televisivos. Y como hay tanto, la vida que me quede, sea corta o larga, no me alcanza para hablar de todo lo que quiero.

Parto de mis necesidades de contar cosas. ¿Qué es lo que pasa? Que a mí lo que me interesa contar es lo que me duele y lo que me duele son esas cosas. A mí si viene alguien y me dice "Pilar, hay este problema" ... como me pasó con Mujeres rotas, y es un problerma de todo el mundo: "son las niñas que son agredidas sexualmente por sus abuelos, sus hermanos, sus tíos, sus primos y no se habla del tema. ¿A ti te interesa hablar del tema aunque no tengamos dinero para hacerlo?" ¡Claro que me interesa! Y lo hice. Fue un rodaje durísimo. En ese rodaje he llorado. Yo no puedo decir que no a una propuesta de trabajo como la de Mujeres rotas, pero no porque sea la justiciera de las mujeres, es porque me duele, porque siento que hay que darle voz a esa tragedia, ¿cómo le vas a volver la espalda, como le volvieron tantas productoras? Me duele el sufrimiento de la gente, me duele mi cultura porque quiero reivindicarla como es, porque quiero aportar. Mi necesidad es hablar de nosotras mismas, dar al mundo nuestros ojos también, para que el mundo se vea con dos ojos y no con uno solo, el masculino. Yo creo que las mujeres cineastas tenemos la obligación, además de la vocación, de enfocarnos en ciertos aspectos de la humanidad en los que el hombre no se enfoca, no se interesa. Desde que las mujeres hacen documentales, hacen ficciones, se habla de temas que no se ha hablado antes. Yo no soy ni me considero (Dios me libre) ningún tipo de justiciera ni nada, simplemente hablo de los que me preocupa y lo que me duele. Así de simple.
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Sobre qué haría si no pudiera dirigir

Yo creo que sería política. Si no pudiera dedicarme al mundo del arte yo creo que sería como una revoluciuonaria. Política pero revolucionaria, no en un sillón sentada.
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Para quienes quieran conseguir el material de Pilar no tienen más que solicitarlo en http://www.artimagenproducciones.com/